Alma bendita en mis besos,
eres la nube blanca, eres el trueno,
vuelto hacia mí eres el cielo,
emblemático astro, ciégame o niégame, te ruego.
Abriré mis brazos para esperarte;
entre las hojas, entre los lirios,
entre los sueños, abriré mis labios para quererte.
Cuando me vaya; entre las sombras,
entre las piedras, entre tus besos .
Cuando se acerque la partida,
cuando el ocaso me presienta,
cuando tu olvido me sepulte,
allí estará mi alma quebrada para siempre.
Alma de mi alma, luz de mi vida Ciégame,
olvídame, haz lo que quieras,
se ése horizonte que en mi se queda,
luz infinta, miedo y condena de mi locura aún te espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario