Me he perdido en la ausencia de tus besos
recorriendo el territorio de tu olvido,
increpando al corazón, abriendo las heridas
sangrantes como el sol cuando agoniza el día.
Te busca mi silencio detrás de los cristales
mientras afuera ruge el viento enfurecido,
decapitando así las hojas de los árboles,
tiñiendo de nostalgias el corazón herido
!Oh manos abiertas hacia un imposible
detengan su carrera, el no vendrá esta noche!
!detengan por favor la sangre de sus venas!
!que calle el corazón! que no sangre su pena!
Estas ahí, lejano, inalcanzable, endiosado
rabiosamente bello, eternamente altivo
como una océano que lame las orillas y se aleja
sin detener su marcha sobre la quieta arena.